Muchas veces creemos estar atados de manos y pies, y sí, quizás es verdad, pero en esas etapas jamás quedará algo por no hacer. Siempre podemos seguir aunque no sea de la forma que deseamos, siempre hay algo por hacer, aunque cueste tiempo, aunque sean años, siempre podemos luchar por liberarnos de esas ataduras. Y si tu no eres capaz de liberarte de ellas, estás perdido, porque nadie lo va a hacer por ti, y es que parece mentira que aun no nos hayamos dado cuenta que el tiempo es oro.