Mamá, duele tanto, pero tanto que no estés.
Duele las 24 horas del día los 7 días de la semana.
Estoy intentando aprender a cómo vivir sin ti y a cómo gestionar este dolor. Aprendiendo a vivir de los recuerdos y mantenerlos de forma eterna. Aprendiendo a poner voz a los momentos que necesito escucharte. Aprendiendo a asimilar que esto es verdad, que la pesadilla continua y que va a ser la pesadilla con la que voy a convivir cada día.
Aprendiendo a despertar del precioso sueño que a veces ronda por mi cabeza creyendo que sigues aquí, para contestar mis mensajes y mis videollamadas.
Hace 9 meses y 5 días desde nuestro último abrazo, nuestros últimos besos... hace 2 meses y 21 días desde que te vi por videollamada... 2 meses y 21 días desde que decidiste irte, 2 meses y 19 días que tuve que despedirte... Y aún no sé cómo despedirme de unos abrazos, de unos besos, consejos y risas que una madre te da. Y como duelen los arrepentimientos, los "tendría que haber aprovechado mejor el tiempo" contigo.
Y sé que ahora me estarías diciendo: "Va Eva, por favor, no llores que mira que fea te pones" y río, y así es, este efecto placebo.
Duele las 24 horas del día los 7 días de la semana.
Estoy intentando aprender a cómo vivir sin ti y a cómo gestionar este dolor. Aprendiendo a vivir de los recuerdos y mantenerlos de forma eterna. Aprendiendo a poner voz a los momentos que necesito escucharte. Aprendiendo a asimilar que esto es verdad, que la pesadilla continua y que va a ser la pesadilla con la que voy a convivir cada día.
Aprendiendo a despertar del precioso sueño que a veces ronda por mi cabeza creyendo que sigues aquí, para contestar mis mensajes y mis videollamadas.
Hace 9 meses y 5 días desde nuestro último abrazo, nuestros últimos besos... hace 2 meses y 21 días desde que te vi por videollamada... 2 meses y 21 días desde que decidiste irte, 2 meses y 19 días que tuve que despedirte... Y aún no sé cómo despedirme de unos abrazos, de unos besos, consejos y risas que una madre te da. Y como duelen los arrepentimientos, los "tendría que haber aprovechado mejor el tiempo" contigo.
Y sé que ahora me estarías diciendo: "Va Eva, por favor, no llores que mira que fea te pones" y río, y así es, este efecto placebo.