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Mostrando entradas de 2019

A veces, me echo de menos.

A veces me echo de menos. Cuando no sé donde estoy, ni dónde me perdí, cuando siento una especie de múltiples personalidades y ya no sé quién soy yo.  Cuando no sé cuándo volveré a sentirme yo misma sin este sentimiento de de apatía y extrañeza. Me echo mucho de menos cuando pierdo la esencia, de mi y de todo, pero sobre todo, cuando ya ni recuerdo cuál es esta.

Perspectiva.

No puedo recordar dónde ni cuándo pero hace unos días leí la frase "ganar perspectiva" y me encantó, porque creo firmemente en que todo nos iría mejor si tan sólo aprendiéramos a ganar más perspectiva, si nos preocupáramos verdaderamente por ganarla. La perspectiva es ver con los ojos de otro, sentir desde otro cuerpo, tomar diferentes zapatos, y esto, déjame decirte, nos hace extremadamente poderosos.

Me liberé.

Me liberé. Cuando aprendí que nadie vendría a salvarme, me liberé. Cuando interioricé que no puedo estar para todo el mundo, me liberé. Cuando entendí que todo el mundo tampoco puede estar para mí, me liberé. Cuando encontré abrazos salvavidas, entendiendo que eran efímeros, me liberé. Cuando encontré hogares en personas y momentos, efímeros también, me liberé. Cuando dejé de ser mi peor enemiga, me liberé. Cuando supe que quiero ser mi mejor amiga, me liberé. Cuando vi que yo era mi súper heroína, me liberé. Cuando entendí que a veces dar más de ti a terceros es tóxico, me liberé. Cuando acepté mis más y mis menos, mi liberé. Cuando acepté todos mis monstruos, aunque no me gustasen, me liberé. Cuando entendí que todos formamos parte de traumas no deseados, me liberé. Cuando realmente me di cuenta de que mañana es un nuevo día, me liberé. Cuando me repetí una y mil veces que esto también pasaría, me liberé. Cuando me dije, me digo y me repito que todo cambio está dentro...