Verano, como te empeñas en mantenerme ocupada.
Aún así siempre encuentras el momento (demasiados momentos) para que piense y vuelva a pensar todo una y otra vez.
Desde una perspectiva, desde otra, con hechos, con los que supones que pueden pasar y con los que desearía que sucediesen, mientras me vuelves a recordar los que realmente sucedieron.
Me das demasiado tiempo para practicar esta tortura mental, día tras día, para crearme ansiedad.
Dichosa ansiedad, quiere estar en todo momento, en cualquier lugar.
Amor y odio es lo que siento.
Amo estos momentos en los que reflexiono y conecto conmigo misma, con mi parte más vulnerable, pero odio hacerme daño con ello.
Pero así es, va ligado, no puedo separarlo. No de momento. Quiero intentarlo, sin saber aún cómo.
Sin saber como cojones desviar mi mente, la cuál jamas se detiene, busca y rebusca, todo. Para debatir, para encontrar esas incongruencias, recordar las malas decisiones, y con ello, culpabilidad, ira, frustración.
Ansiedad.
Aún así siempre encuentras el momento (demasiados momentos) para que piense y vuelva a pensar todo una y otra vez.
Desde una perspectiva, desde otra, con hechos, con los que supones que pueden pasar y con los que desearía que sucediesen, mientras me vuelves a recordar los que realmente sucedieron.
Me das demasiado tiempo para practicar esta tortura mental, día tras día, para crearme ansiedad.
Dichosa ansiedad, quiere estar en todo momento, en cualquier lugar.
Amor y odio es lo que siento.
Amo estos momentos en los que reflexiono y conecto conmigo misma, con mi parte más vulnerable, pero odio hacerme daño con ello.
Pero así es, va ligado, no puedo separarlo. No de momento. Quiero intentarlo, sin saber aún cómo.
Sin saber como cojones desviar mi mente, la cuál jamas se detiene, busca y rebusca, todo. Para debatir, para encontrar esas incongruencias, recordar las malas decisiones, y con ello, culpabilidad, ira, frustración.
Ansiedad.